Recientemente, en Puerto Rico se han establecido varios negocios dedicados a establecer en sus facilidades parques de trampolines o casas de brinco. En síntesis, estos negocios operan cobrando una entrada por persona para permitirle al usuario acceso a sus facilidades y al uso de los equipos que en ellas ubican. Entre otros, se instalan múltiples equipos de aire o de rebote, en el cual los usuarios disfrutan brincando en ellos o de unos a otros por un tiempo definido.
Estos negocios han alcanzado un alto nivel de popularidad entre el consumidor puertorriqueño, al punto que se celebran cumpleaños, se utilizan como centros de ejercicios y se realizan otro tipo de actividades personales o comerciales, de las cuales participan tanto adultos como menores de edad.
Con la proliferación de estos lugares y sus actividades, han aumentado la cantidad de accidentes de sus usuarios, los cuales, por la naturaleza de la actividad, típicamente son accidentes de gran magnitud, que requieren de un extenso y complicado tratamiento médico y un largo periodo de recuperación.
Este tipo de actividad, que tiene su origen en el atletismo olímpico, requiere de un conocimiento particular del uso del equipo, de práctica previa, de una fortaleza física particular y de un dominio del movimiento del cuerpo que el usuario común no tiene. Son destrezas que los atletas que utilizan estos equipos les ha tomado desarrollar por décadas y a las que el usuario común se expone sin conocer de esos riesgos, sin dominar los equipos y sin ser adecuadamente adiestrado para ello. Difícilmente se puede adiestra un usuario en minutos en algo que a los usuarios típicos les ha tomado décadas aprender. Aun así, los usuarios son expuestos a los riesgos inherentes del equipo y de la actividad que en el realizarán.
Este tipo de operación comercial, no está regulada en Puerto Rico, es decir, no existe una ley o reglamento que indique como deben operar, que normas de seguridad deben establecer y otras medidas que existen en industrias establecidas por más tiempo. Queda a la discreción del operador del lugar seguir normas de seguridad apropiadas y operar de una manera segura.
Si usted o alguien que conoce ha tenido un accidente de este tipo, llámenos para una consulta gratuita. Uno de nuestros abogados le atenderá y le orientará sobre su situación.
